miércoles, 9 de agosto de 2017

Ponencia IX Congreso Nacional de Didáctica de la Lengua y la Literatura

Leer a la intemperie: Desencadenando acciones de promoción de la lectura más allá de los muros


Eje temático: Problemáticas de la enseñanza de la literatura en los distintos niveles y modalidades del sistema educativo y en el más allá de la escuela.

Darío Scherich



 Introducción
     El presente trabajo no es el resultado de una investigación ni pretende mostrar hallazgos ni estados de arte ni nuevos aspectos de una teoría. Es el resultado de una trayectoria docente puesta siempre en constante reflexión. El presente trabajo no es un producto, mucho menos un producto acabado. En él se sugieren ciertas reflexiones que fueron y siguen apareciendo en las prácticas cotidianas de cada docente pero que, por no ponerlas en valor, quedaron ancladas como anécdotas aunque,  se hacen presentes en los estilos, los modos, las miradas del ser docentes. Sabrán todos disculpar éste abuso, lo hago considerando que la experiencia pedagógica debe ocupar un lugar más justo,   que  el del individuo en la soledad institucional, para la construcción plural de la escuela y sus aconteceres cotidianos. La experiencia pedagógica, debe escribirse y socializarse.
     Es necesario mencionar la importancia que adquiere aquí el  haberse propuesto curricularmente la narrativa pedagógica para recuperar el saber cotidiano que se construye en las aulas, el darle al docente status de investigador y de la mirada socio-crítica que se busca construir como mirada de cada escuela. Sin estas sugerencias teóricas y prescripciones curriculares no hubiera sido posible el atrevimiento. Entre algunas de las ideas que se piensan poner a reflexionar se considera que la de libertad es esencial como estructuradora de toda experiencia educativa,  más en tiempos en que no sabemos a ciencia cierta dónde empieza y dónde termina la da cada uno. Por otra parte, e imbricada en la anterior: la lectura y algunas de sus prácticas.
     La ponencia se realiza en el marco de la voluntad individual y, además,  desde las experiencias vividas como integrante de la Planta Orgánica del Profesorado en Educación Secundaria en Lengua y Literatura del ISFD Cecilia Braslavsky, de Salto Encantado, Misiones. Las experiencias  que vertebran la ponencia son tomadas del campo de las prácticas pedagógicas,  las Didácticas de la Lengua y la Literatura I y II y,  de mi propia biografía docente.  
Espacios habitables...
     Trabajar en equipo y desde espacios curriculares tan vitales y complejos como los son las Prácticas nos sitúa ante la necesidad de acuerdos mínimos referidos a las concepciones pedagógico-didácticas en las que cada docente se instala. En ocasiones, son necesarios ciertos corrimientos, un ir hacia el otro, hacia el colega, un encontrarse voluntariamente para dar unidad y coherencia a las trayectorias educativas que diseñamos, guionamos y proyectamos.
 Permítanme aquí, una digresión en "yo": Hace algunos años trabajaba en un equipo de capacitación dependiente del CGE de la Provincia de Misiones; trabajamos con casi ocho mil docentes;  recorrimos cada rincón, cada escuela; hablamos con cada maestro...  Luego de unos años sentí que no había llegado a nada; que todo había sido un esfuerzo vano y decidí no renovar el contrato. Poco antes de que eso sucediera, y acostumbrado ya a la idea de tener que convivir con esa frustración durante un buen tiempo, un grupo de maestras y su directora se me acerca al finalizar el taller para entregarme unos trabajos. La directora tomó la palabra y muy directamente dijo: "Mire profesor, la verdad que no aprendimos nada en sus talleres; pero,  algo está pasando en nuestra escuela que antes no pasaba: nos reunimos y discutimos qué, cómo, cuándo, a quién enseñar,... y, a veces, hasta nos agarramos feo." A partir de ahí, no sentí más la frustración y dejé el proyecto sabiendo que me iba en paz. Trabajar en equipo no es un innatismo, hay que aprender y se tienen que generar los tiempos y los espacios para poder hacerlo tal como hizo aquel grupo de maestras y su directora. En el ISFD los buscamos y los encontramos como podemos; pues, aunque esté curricularizada,  la idea no en todos prende.
     En la categoría de los acuerdos existen algunos que son transversales a toda práctica y propuesta de formación y que, en gran parte, la definen. En primer lugar, la concepción de enseñanza: enseñar es una actividad heurística (Trillo Alonso, 2016, 11), una actividad artesanal en la que se re-inventan las formas de relación entre los sujetos y los saberes; los sujetos y los sujetos;  los sujetos y los espacios, los tiempos y los objetos didácticos teniendo en cuenta la situación educativa, el contexto particular, el momento. Enseñar es, entonces, el arte de re-inventar intervenciones pedagógico-didácticas situadas, contextualizadas y temporalizadas. Ésta idea nutre, a su vez, la de didáctica y, afirmamos que se constituye en la mirada particular que sostenemos cuando realizamos nuestras prácticas escolares cotidianas. Éstas prácticas se inscriben en una fluidez que no se detiene (o no debería hacerlo) si no fue pensada para que sí lo haga, para que sí se interrumpa; se caracterizan por hipotetizar previstos e imprevistos, por constituirse como un plan de acción flexible, dinámico, interdisciplinario, versátil y; además, por proporcionar conciencia del camino por recorrer, es decir, es y debe ser comunicable. La práctica, en consecuencia es la aceptación de la complejidad y de la incertidumbre y, al mismo tiempo,
 ...son construcciones, que como tales son históricas, producto de las acciones de los sujetos que intervienen en ellas y que, por lo tanto, son posibles de modificar, permiten siempre otras resoluciones, son producto de un complejo articulado entre necesidad y contingencia. (Sanjurjo,  2015, 27)
     Muchas experiencias didácticas cuando  son rotuladas como exitosas  o modélicas,  suelen caer en lo que el lenguaje de la informática denomina redundancia cíclica, es decir, en la repetición y consecuente mecanización de la propuesta o su rutinización y pérdida de significatividad. Si algo salió bien ¡que se repita! Para evitar la repetición, entonces, como equipo,  nos concentramos en la posibilidad de mejoras y ampliaciones, es decir, de re-inventar siempre las propuestas didácticas que construimos.  Se trata de actualizarlas constantemente, de contemporaneizarlas,  de inscribirnos en la continuidad y de fluir hacia el mejoramiento de los trayectos formativos y  en particular de las experiencias de la práctica.
     Esta manera de plantearnos en un proceso continuo, que se inicia en primer año y se cierra en cuarto (aunque no se agota), nos permitió repensar un proyecto iniciado en el 2014 y romper, a partir de ello, los muros institucionales. Considerando que dentro de la propuesta planteamos la posibilidad de incluir otros espacios, diferentes de los tradicionalmente vistos como únicos espacios escolares (una plaza, un paseo público, un centro cultural, etc.) la propuesta se fue re-invnetando hasta convertirse en la "I Jornada Abierta de Lectura".
      La plaza, el paseo cultural, el cielo abierto, la brisa despertando la primavera entre el follaje de los árboles; la cercanía de muchos otros que antes nos miraban desde la distancia, entonces, puso en marcha nuevos modos de aproximarnos a la lectura, nuevos modos de leer con el otro y para el otro, de escuchar y de escucharnos, de pluralizar las voces y de leer por el placer de leer y,
Si se lee por placer [...], obedecer a las leyes del placer, la primera de las cuales, y la única, es la ley de la libertad. Libertad de los condicionamientos en que se encierra a la lectura, en sus utilidades: instruir, informar, refinar el gusto, estimular la reflexión. (Aira, 2016)

      Escuchaba hace poco, nuevamente permítanme el "yo", un decir que tal "...profesor es una mala influencia porque, los hace pensar...", habría que definir ¿qué es ser una mala influencia?; pero, no es el tema que nos ocupa. Siguiendo a Aira y en consonancia se nos aparece la frase, más popular: "Pensar nos hace libres". Por tal motivo, no nos parece que el "tal profesor" esté haciendo mal las cosas, muy por el contrario, la enseñanza debe ser un acto liberador y el aprendizaje un acto liberatario para los sujetos y; la lectura, debe ser un acto libertario para los lectores. Es, solamente, recordar el discurso de Paulo Freire y no repetirlo mecánicamente por quedar bien o, lo que es peor, por no quedar mal. Se es libre por el pensamiento y por la conciencia y voluntad  de serloHace unos años, en un CEBA (Centro de Educación Básica para Adultos) en la ciudad de Godoy Cruz, Mendoza, un grupo de estudiantes leía un fragmento del Texto "Tres Héroes" de José Martí, tomado de la Colección LeerxLeer tan bien conocida por todos; terminada la lectura comenzaron a duialogar en torno a la pregunta ¿qué se necesita para ser libres? El diálogo, muy pronto, se transformó en debate. Unos seis o siete estudiantes rodeaban al profesor y lo bombardeaban a preguntas; menos uno, que permanecía de pie y en silencio a su lado. El profesor se aturdió, como suele pasar cuando tantas voces simultáneas nos envuelven y, para relajar el momento preguntó al calladito, sin dar vueltas: "Y, a vos, ¿qué te parece?" "Para mí, profesor, el único requisito para ser libres es no ser hipócritas",  contestó el calladito  y dejó atónitos a todos y cada uno se fue a su lugar con una conclusión clara. Al profesor le pegó en el alma la respuesta.
      El mismo profesor, que en esa escuela también era considerado una mala influencia para sus estudiantes porque los hacía pensar, trasladó la sentencia a la lectura: "El único requisito para que la lectura sea liberadora, es que no sea hipócrita". Seamos claros, la hipocresía hoy, la hipocresía en las prácticas, es como un saco apolillado: todos podemos ver sus agujeros. Leer sin hipocresía quuiere decir leer haciéndonos cada vez más libres; enseñar Lengua y Literatura sin hipocresía es enseñar promoviendo la construcción de la libertad del otro y desde marcos teóricos y curriculares en los que verdaderamente creemos.
Transitar la construcción del proyecto
     El proyecto se inscribe en una propuesta apoyada en el aprendizaje  basado en el servicio a la comunidad. En este sentido, el escenario elegido nos permitió involucrar una gran diversidad de actores y no solo los que se consideran necesariamente institucionales, también,  a aquellos que transitan el más allá y sus fronteras. Como servicio a la comunidad fue necesario actuar a partir de una doble singularidad: la necesidad  promover acciones significativas en la formación de los futuros profesores y, por otra parte, la de generar instancias de encuentro abierto,  donde la lectura ocupe un lugar protagónico. Teniendo en cuenta los trayectos de formación académica, sostenemos que
...el aprendizaje experiencial es el que permite a los estudiantes vincular el pensamiento a la acción, y que pretende desarrollar en ellos la capacidad de construir, aplicar y transferir significativamente el conocimiento al  enfrentarlos a los fenómenos de la vida real, con el supuesto que sólo así es posible desarrollar habilidades complejas y construir un sentido de competencia profesional. (Díaz Barriga Arceo: 2006, p.98 )
     La planificación y organización de la Jornada Abierta de Lectura fue una suma  de procesos cooperativos, autorreflexivos y participativos que permitieron a los estudiantes ubicarse en la zona de transición hacia el ser profesor y, desde allí;  comenzar a asumir posturas críticas sobre los enfoques de enseñanza de la lectura para, desde su formación inicial, sumarse a la lucha histórica, social y política pensando modos y estilos que permitan  adecuaciones a las particularidades que cada contexto de intervención pedagógica exige.   Estos procesos surgen no solo de la intención clara de echar a rodar como una bola de nieve al proyecto para que crezca sino, también, de la necesidad y las contingencias. Por un lado, la necesidad de incluir cada año una nueva cohorte en la experiencia, consecuentemente re-pensar sus intervenciones y; por el otro, la creciente matrícula de la institución y un espacio inapropiado nos llevaron a re-pensar, re-inventar toda la propuesta. Asimismo, pensamos que como intervención socio-comunitaria, la literatura y la lectura literaria son  el medio más democrático y respetuoso para la transmisión de la cultura pues, deja libre al lector a las interpretaciones que pueda realizar a partir de su propia historia con la lectura y  con el mundo.
     Mucho antes al 29 de septiembre de 2016, fecha en que se concretó la I Jornada Abierta de Lectura, comenzamos a proponer acciones, reflexionarlas, dialogarlas, re-pensarlas, re-inventarlas y re-diseñarlas. Por supuesto, necesitábamos un marco que, hasta cierto punto,  nos proporcionaron los campos de formación general y de la propia práctica pero, no eran suficientes; por ello, simultáneamente, abordamos cuestiones de la didáctica específica, la lectura crítica del currículum para el Nivel Secundario y analizamos las experiencias previas de la jornada que nos llevaron a re-configurarla.  El objetivo era -y lo sigue siendo- discutir premisas sobre la lectura y su enseñanza e intersectar verdades y creencias para construir un saber didáctico específico en el cual podamos posicionarnos y, a partir de allí, reflexionar y re-inventar las prácticas de lectura. En síntesis, lo que buscamos es que cada estudiante mire sus propuestas de práctica con argumentos que la validen, que le den sentido y que la sitúen en un contexto particular. Ahora bien, nada de esto hubiera sido posible si transversalmente no hubiéramos puesto a la cooperación y al espíritu colaborativo para avanzar hacia nuestros propósitos que; por otro lado,  deben ser compartidos por todos los actores que participan. Dicho en otras palabras, la colaboración y la cooperación son contenidos que deben ser aprendidos por los sujetos en proceso de formación docente y re-significados, también, por los docentes formadores.
     Sabemos que una de las grandes vallas que topa el camino que da salida a la crisis educativa en general y a la formación de lectores en particular es  la falta de unidad de enfoques que propone la escuela;  esto podría atribuírsele, en parte, a que la tradición de trabajar en equipo está condicionada por el verticalismo imperante en la mayoría de las instituciones  y es, sin dudas, el residuo más difícil de sacar que nos queda de la vieja escuela. Por esta razón, generar horizontalidad,  poner en diálogo y llegar a acuerdos compartidos cuestiones pedagógicas y didácticas es fundamental desde la formación inicial para que, gradualmente, sucedan los cambios deseados hacia una mejor educación y una escuela  más inclusiva y de calidad. Se trata , de leer en otras claves la realidad que se habita (o habitará) para  interpretarla mejor y así,  orientar las prácticas pudiendo explicarlas y justificarlas.  Se trata entonces,  de re-escribir las prácticas en comunidad y en libertad para,  aprender a convivir en comunidad y en libertad. Dice Sarah Hirschman (2011):
El poder de la literatura,[...], consiste en generar temas de discusión inesperados, que ponen a prueba las respuestas hechas; establece una disposición al juego que fomenta el tanteo y la experimentación, y su profusión de detalles poéticos mueve a la imaginación y la conduce más allá de los lugares comunes. Estos aspectos [...] tienden a suscitar la creatividad de la gente antes de que la resistencia se asiente; produce una atmósfera en la que la disposición a maravillarse y 'descubrir' vence la reticencia a adentrarse en nuevos territorios. [...] demandan un esfuerzo intelectual, incluso quizá un esfuerzo cooperativo con colegas antes impensados. (p.108)
     Si asociamos las ideas de lectura, comunidad y libertad tanto para pensar y re-pensar las prácticas culturales como  las prácticas de formación de profesores o de promotores de lectura y de  lectores,  se hace necesario pensar y construir las propuestas y experiencias pedagógico-didácticas desde esas mismas ideas. Las tres, a su vez, requieren de la colaboración, la cooperación, de trabajar  sin "...negar o ignorar esa venida imprevisible e incalculable del otro, pues, también eso es el saber,..." (Derrida: 2009, p. 60).
     En conclusión, se trata de desencadenar acciones de promoción de la lectura; en particular,  de la literaria pero sin menospreciar las lecturas que  nos ofrecen otros materiales en diferentes soportes. Éstas acciones, si bien se enmarcan en la continuidad que propone todo proceso, desde su etapas fundacionales fueron mutando año a año, y con ella fueron mutando, también, los saberes docentes. La experiencia es el gen que provoca el "evoluir" -permítanme aquí, un último exceso de confianza y dejar intervenir en mi discurso una palabra de origen brasileño que revela,  mí propio hábitat: el "portuñol"- y, permítanme, tomarlo en el sentido en que es tomado en Brasil, como transformarse gradualmente.  Aprender es  "evoluir", transformarse gradualmente durante un proceso que requiere que las prácticas también se transformen. No se vale -dirían los niños- repetir y repetir porque una vez salió bien. Se trata de ser críticos con la cotidianeidad del aula, con la experiencia que ésta nos proporciona, de escribirla ¿por qué no? y de ponerla en comunidad. En la formación inicial,  es transformarse hacia un ser docente; se transita el territorio laxo entre el ser y el no ser y, se caracteriza por tener instaladas en el horizonte ciertas previsiones del futuro. Ésas previsiones en principio son hipotéticas, sujetas a experiencias previas que buscan moverse por un trayecto que colaborará y cooperará en la construcción del ser docentes. "No se aprende en la soledad" dice la Rectora del ISFD y, coincidimos con sus decires, por ello el énfasis está puesto en la libertad, pues, salirse de la soledad es salirse hacia el otro, ir a su encuentro, dialogar, conversar, discutir, proponer y hacer con y para el otro aunque, y al mismo tiempo, para nosotros mismos. Dentro de las maneras de relacionarnos antes mencionadas, la lectura debe asumir la forma de vasos comunicantes, debe poder conectarnos con la mirada del otro, permitir que fluyan  diálogos; debe permitirnos el ejercicio de la escucha, que tanta falta nos hace a los argentinos; debe generar "La gran ocasión" (Montes: 2006) para formar ciudadanos libres, críticos, autodeterminados y con plena conciencia de sus derechos y, también, no nos olvidemos, de nuestras obligaciones. Coincidimos con Laura Devetach (2008) cuando expresa que la duda es un buen territorio para instalarse en la reflexión y el conocer pero que,   hace falta agregar la capacidad de elección "... como parte de un proceso de crecimiento y construcción." (p. 73)
     Leer a la intemperie significa para nosotros leer a cielo abierto, cobijados por nuestras experiencias culturales y de lecturas previas, protegidos por nuestra libertad para leer desde esas experiencias previas e ir entrecruzándolas con las de todos los otros posibles y transitar, así, el camino que lleva, al menos ése es el deseo compartido,  como bien lo expresa Giardinelli (2007), hacia "...la construcción una nación de ciudadanos lectores" (p. 62).
     Ahora, Uds. se preguntarán cómo, voy a intentar transmitir una respuesta que parece sencilla; se trata de una Leyenda Amerindia, epígrafe del Epílogo en Leer el Mundo de Michèle Petit:
"SOLO, el pequeño colibrí se ponía en movimiento, yendo a buscar algunas gotas con su pico para arrojarlas al fuego. Después de un momento el Tucán, fastidiado por esta agitación sin sentido, le dijo: '!Colibrí! ¿Estás loco? ¿Crees que con esas gotas de agua apagarás el fuego?'. Y el colibrí le respondió: 'No, pero hago mi parte'." (pp. 201)



Bibliografía

·         Aira, César (2016): Un discurso Breve. Festival Internacional de Literatura de Berlín. Tomado de: www.abs.es/cultural/cultural/abci-cesar-aira-lectura-201609101740_noticia.html
·         Bombini; Gustavo (2016): Reinventar la la enseñanza de la lengua y la literatura. Buenos Aires, Argentina.  Libros del Zorzal, Colección Formación docente; Serie Lengua y Literatura.  
·         Bruner, Jerome: Realidad mental y mundos posibles: Los actos de la imaginación que dan sentido a la experiencia. Gedisa. 1988.
·         Devetach, Laura (2008): La construcción del camino lector.  Córdoba, Argenina. Editorial Comunicarte.
·         Díaz Barriga Arceo, Frida (2006): Enseñanza Situada: Vínculo entre la Escuela y la vida. Buenos Aires, Argentina. McGraw-Hill Interamericana.
·         Giardinelli, Mempo (2007): Volver a leer: Propuestas para ser una nación de lectores. Buenos Aires, Argentina. Edhasa.
·         Hirschman, Sarah (2011): Gente y cuentos ¿A quién le pertenece la literatura? Las comunidades encuentran su voz a través de los cuentos. Buenos Aires, argentina. FCE.
·         Montes, Graciela (2006): La gran ocasión, Buenos Aires, Argentina. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación.
·         Petit,  Michèle (2016): Leer el mundo. Experiencias actuales de transmisión cultural. Buenos Aires, Argentina. FCE.
·         Sanjurjo, Liliana (2015): "Razones que fundamentan nuestra mirada acerca de la formación en las prácticas". En: Los dispositivos para la formación en las prácticas profesionales. Rosario, Argentina. Homo Sapiens Ediciones.
·         Trillo Alonso, Felipe y Sanjurjo, Liliana (2016): Didáctica para los profesores de a pie. Propuestas para comprender y mejorar la práctica. Rosario, Argentina. Homo Sapiens Ediciones. 




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